En el 2008 realizo 1/1.000.000 en la Escuela E. de la Cárcova, dentro del marco de la noche de los museos. Donde trabajo el poder dentro del ámbito artístico, repartiendo entre los presentes de manera poco equitativa, una torta con forma de edificio clásico, metáfora de la institución museística.
Este es uno de los primeros capítulos de mi tesis, donde explico mi busqueda en mis obras
1.1. Acerca de mi concepción del arte
“El cuerpo es al mismo tiempo el que revela las relaciones del poder y lo que resiste al poder. […] Resiste al poder no en nombre de necesidades transhistóricas sino por los nuevos anhelos y restricciones que cada nuevo régimen impone. La situación por lo tanto es una batalla permanente, con el cuerpo como el ámbito cambiante en que los mecanismos del poder encuentran constantemente nuevas técnicas de resistencia y liberación. Así el cuerpo no es un lugar de resistencia ante un poder que existe fuera de él; dentro del cuerpo tiene lugar una tensión constante entre los mecanismos del poder y las técnicas de la resistencia.”
Michel Feher
Expondré algunos de los ejes conceptuales acerca de mi concepción del arte:
- Mi búsqueda en el arte me llevó de la pintura al cuerpo como lugar de la práctica artística. En estos trabajos uso mi cuerpo y el de otros como soporte y material, por eso los encuadro dentro de lo que podemos denominar arte del cuerpo.
Ana María Guasch, en su libro, se refiere a los artistas del cuerpo como aquellos que “sirviéndose de materiales no tradicionales y alejándose de la escultura-objeto hacían de su propio cuerpo el soporte y el material de su arte, creando así una tendencia totalmente liberadora del ser humano”[1] y los artistas que “trabajan sobre su propio cuerpo o sobre cuerpos ajenos activando experiencias de transmisión sensorial”[2].
- Uno de mis objetivos principales es la conexión con el observador-espectador y su participación activa dentro de la obra.
- En los últimos años he vuelto a otros soportes pero el cuerpo siempre está presente en ellos de alguna manera.
- El por qué de mi elección tiene que ver con el tema principal de mis trabajos. Para mí el cuerpo es el territorio en el que se articulan lo sensorial, lo intelectual, lo psíquico. Es el campo de batalla donde se dirimen cuestiones que van mucho más allá de lo biológico, para adentrarse en lo ideológico, político y social.
- En mi trabajo intento poner en cuestión los límites entre el cuerpo y el entorno, el cuerpo individual y el cuerpo social. El cuerpo como lugar que puede ser penetrado y puede penetrar en espacios colectivos transformándolos. Lo que se infringe al cuerpo individual es una metáfora de lo que pasa a nivel colectivo.
- En el campo semántico de mis trabajos, abordo principalmente aspectos relacionados con el poder, el control y la intimidad. El cuerpo para mí es ese lugar o territorio de resistencia y de debilidad ante el poder. Ese cuerpo anhelante, carente, fuerte y débil es el que sostiene lo que sentimos y pensamos.
Hay cuestiones de mi historia personal que me llevan a utilizar el cuerpo, cuestiones que tienen que ver con plantarme en el espacio aquí y ahora como reafirmación de mi existencia.
- Cuando trabajo en mis pinturas, la sensación de intensidad sensorial, intelectual y afectiva es muy fuerte. Esta intensidad sentida interiormente ancla en mi corporalidad. El cuadro entonces es la manifestación de esa intensidad. Me interesa más ese proceso de producción que el resultado.
- Dentro del proceso que me lleva de la bidimensión al arte corporal, incursiono en el lenguaje teatral. También en el teatro mi desarrollo tiende a que el proceso sea más importante que el resultado. Las obras que realizo necesitan un público partícipe y atento, y éste va construyendo la ficción mientras se desarrolla.
Mi necesidad pasa por compartir ese proceso con el espectador. En el arte procesual, el trabajo del observador aumenta y el del creador disminuye. “La actividad disminuida del artista ha exigido una elevada actividad del espectador”[3].
Mi búsqueda en la bidimensión y su sentido explota en el espacio a partir del cuerpo, conjugándose varias obsesiones:
-El cuerpo
-El poder/ El control/ la intimidad
-El espectador
Cambios de paradigmas espacio-temporales en la obra.
Dar cuenta en mi propio cuerpo, el de otros performers y el del espectador, de la manipulación que se ejerce sobre la mente y el cuerpo. Simbolizar la cosificación del cuerpo ejercida y expandida por los medios de comunicación. Ese es el objetivo de mi obra corporal.
[1] Guasch, Anna Maria. El arte último del siglo XX: Del posminimalismo a lo multicultural. Alianza. Capítulo tercero, “Formas de arte procesual II – El arte del cuerpo”. Pág. 92.
[2] Idem, pág. 97.
[3] Marchán Fiz, Simón. Del arte objetual al arte de concepto. Akal Ediciones, Madrid, 1997. Pág. 166.
En 2003, con 30 performers en Urania-Giesso coordiné: Espacio Feliz. Una especie de performance-juego donde el espectador es protagonista. Un laberinto burocrático a sortear para llegar a una felicidad sin sentido. Hasta 2005 presentaciones itinerantes.
Realicé en CC Recoleta y en espacio Giesso Reich,
El Banquete, donde, el espectador es invitado a una bacanal,
una alegoría del fin de fiesta para pocos, que fue la década del 90. (2000)
En Urania-Giesso, realicé Ofelia. Donde trabajé con textos de Heiner Müller, con una estética deliberadamente publicitaria, revisando la idea de romantizacion del sacrificio femenino. (2002)
